Yo. De chamaquito. Entrando en pubertad y más bellaco que nunca. Sufriendo de erecciones imprevistas y respondiendo con marometas para disimularlas y ahorrarme malosratos.
Para ese tiempo, no teníamos internet, asi que para ver pornografía, no las teníamos que buscar. Aprendiendo entonces como conseguir las cosas que uno desea. Supongo que hoy en día ver pornografía para un chamaquito es el equivalente de nosotros jugar tazos.
Para mis amigos y yo, adquirir cualquier tipo de pornografía era una bendición de dios. Fuesen revistas, películas, cartas etc. Recuerdo una vez me raspetié una puñeta con un bolígrafo especial. Un bolígrafo en el cual había una modelo en bikini (la foto tiene traje pero la mia era bikini), pero si volteabas el bolígrafo se le caían las telas y quedaba desnuda.
Separa un momento e imagínate a alguien masturbándose con un fucking bolígrafo. Volteándolo pa’ lante y pa’ tras. ¿Perturbante? Gracias.
Frecuéntemente cuando un vecinito se topaba con una película o algo, la veíamos todos en corillo. Yo la veía con mucha atención, ya que necesitaba recordarla para después pajearme con su mera memoria. Aunque siempre había un cabrón que empezaba a frotarse hasta que alguien lo mandase pal’ carajo.
Ya las cosas han cambiado y me imagino que los chamaquitos se pajean sin reconocer la ventaja de la cual están disfrutando. Todo lo que se luchó para llegar a este punto. Pajearse real-time con la pornografía y ser un adolescente es un privilegio. No solo eso, sino que el menú para elegir es inmenso. Con sencillamente escribir algo bien sencillo como “monkey bitch tattoo”, te podrías topar con algo que altere el curso de tu vida.
Pero hay que tener cautela, esto es un arma de doble filo. A veces encontramos unas cosas las cuales hubiesemos preferido evitar. Nadamás escuchemos algunos de estos términos descriptivos:
Gagging – el acto de penetrarle la pinga por la boca a una mujer tan brutalmente, que le den ganas de vomitar. El fun de este procedimiento es ver a la mujer arqueando. Casi siempre, a la mujer sufrir de este procedimiento, ella bota lágrimas por la boca y se babea toda, al salir el bicho por su boca. Usualmente estas salidas solo le dan tiempo a toser una o dos veces antes de que el bicho vuelva y entre viciosamente. Algunos cabrones les tapan la nariz a sus víctimas para que estas arqueen más rapido mientras luchan por aire y por sus vidas simultáneamente. En otras palabras, las mujeres cuando les hacen gagging, están al borde de la muerte por asfixia. Pero hay otras mujeres que son unas expertas en la pendejá. Hacen “gagging” sin gagear, pero cae como “gagging” por la profundidad con la cual se pueden meter una pinga por la boca. Ver Heather Ideepthroat.
Gaping Asses – esto es el acto de abrirle el ano bien masivamente a una mujer. A través de «intense penetrations» Sea con el bicho, la mano o una piña. He notado que el culo palpita después de un trauma. EL fun de este procedimiento es que cuando se retire el artefacto (o el bicho), la mujer se abra el ano con sus propias manos. Así ella, con mucho cariño, te muestra el interior de sus intestinos. Este procedimiento es bastante cruel también, pero siempre hay mujeres que se destacan en cuanta locura encontramos. Y no hay nada como locuras anales. Ver Belladonna.
Coprofilia – Esta mierda se lleva el premio. Literalmente comer mierda. Hecho famoso por las brasileras protagonistas de 2Girls1Cup. A pesar de haberse convertido en una sensación cibernética, y a pesar de que (yo) disfruté de dicha sensación; pienso que es “el algarete más masivo que se pudiese uno imaginar”. Vease 2Girls1cup <—REVIEW.
Facial – el acto de venírsele a una tipa en la cara. Un fenómeno que siempre ha existido pero entiendo que el internet lo ha explotado a todo su potencial. Lo más fascinante de esto, es que me encanta verlo. Frecuentemente le doy FF hasta el final de la escena para ver el facial. En esencia, lo que se está viendo es un closeup de una pinga con la cara de la víctima en el background. Está medio patulequi eso. ¿Verdá? Vease Peter North.
Fíjate, que con en todos estos términos, se puede utilizar la palabra “víctima” de alguna manera. Eso se debe a que la base de todos los procedimientos antes mencionados, es la humillación. Humillar está cabrón. Y entiendo que hay una relación inversa del sentimiento de «amenaza» que sienten los hombre hacia las mujeres en el mundo laboral versus el respeto que entienden los hombres que las mujeres «se merecen» en la cama. Aunque no demuestren esto con sus parejas, se manifiestan viendo pornografía violenta, humillante y loca-pal-carajo.
En fin. Nos encanta humillar a la mujer. Especialmente si es haciendo algo bien bizarro con un bicho o un boquete.